Los pacientes con dolor crónico están, en la mayoría de los casos, con tratamientos poco eficaces y hasta el 40% de los pacientes no están satisfechos con su tratamiento actual de dolor.
Los tratamientos habituales, como los analgésicos o antiinflamatorios, si se toman a largo plazo, pueden producir efectos secundarios importantes, como problemas gastrointestinales. La elección de la medicación analgésica para tratar el dolor debe reflejar el mecanismo y tipo de dolor y su potencial para la modulación. La combinación de un componente nociceptivo y neuropático en la mayoría de los casos, hace difícil encontrar un tratamiento farmacológico óptimo.
Hoy en día existen alternativas seguras y eficaces, que permiten encontrar un equilibrio adecuado entre el alivio suficiente del dolor y una tolerabilidad aceptable. Nuestros profesionales pueden asesorarle sobre ellas.
Obtener un diagnóstico preciso puede ser una de las experiencias más impactantes que pueda tener.
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