Como médico de la Clínica del Dolor he tratado a varios pacientes que llegan a consulta con una queja recurrente: el dolor de hombro. Este malestar puede afectar la calidad de vida y limitar la movilidad, complicando tareas tan simples como vestirse o levantar objetos ligeros. Comprender las causas y los tratamientos disponibles es clave para recuperar la funcionalidad y evitar complicaciones crónicas.
El dolor articular en el hombro puede tener múltiples orígenes, desde una inflamación temporal hasta condiciones degenerativas. A continuación, analizaremos las causas más comunes y cómo abordarlas de manera efectiva.
¡Me duele el hombro! ¿Por qué?
El dolor de hombro puede ser el resultado de diversas afecciones, desde lesiones musculares hasta problemas articulares. Este malestar no solo afecta la movilidad, sino que también puede irradiarse hacia el cuello, la espalda o el brazo, dificultando las actividades cotidianas.
Entre las causas más frecuentes se encuentran las lesiones por sobrecarga, como las que afectan a deportistas o a personas que realizan trabajos repetitivos. Asimismo, el envejecimiento natural provoca el desgaste de las estructuras articulares, aumentando la probabilidad de desarrollar condiciones como la osteoartritis.
Anatomía del hombro
El hombro es una de las articulaciones más complejas y móviles del cuerpo humano. Está compuesto por tres huesos principales: el húmero, la escápula y la clavícula. Estas estructuras se articulan para permitir un amplio rango de movimiento, desde la elevación del brazo hasta la rotación.
Además, el hombro está rodeado por un grupo de músculos y tendones conocido como el manguito rotador, responsable de la estabilidad y la fuerza de la articulación. La presencia de bursas, pequeñas bolsas llenas de líquido, actúa como amortiguador entre los huesos y los tejidos blandos.
¿Qué son las articulaciones?
Las articulaciones son puntos de conexión entre dos o más huesos, permitiendo el movimiento y brindando estabilidad. Están formadas por cartílago, que reduce la fricción durante el movimiento, y por líquido sinovial, que lubrica y nutre las estructuras articulares.
En el caso del hombro, la articulación glenohumeral es la más importante, ya que permite el movimiento del brazo en múltiples direcciones. Cuando esta articulación se ve afectada por inflamación, desgaste o lesión, aparecen los síntomas de dolor de hombro.
¿Qué trastornos comunes causan dolor en las articulaciones del hombro?
Existen diversos trastornos que pueden provocar dolor articular en el hombro, afectando tanto a jóvenes como a adultos mayores. A continuación, exploraremos los más frecuentes.
Bursitis
La bursitis es la inflamación de las bursas, esas pequeñas bolsas llenas de líquido que amortiguan el roce entre los huesos y los tejidos blandos. Este trastorno suele presentarse por movimientos repetitivos o traumatismos directos.
Los síntomas incluyen dolor localizado, sensibilidad al tacto y dificultad para mover el brazo. El tratamiento suele implicar reposo, aplicación de frío y, en casos graves, infiltraciones de corticosteroides.
Tendinitis del manguito rotador
La tendinitis del manguito rotador se produce cuando los tendones que rodean la cabeza del húmero se inflaman, generalmente por el uso excesivo del hombro. Es una causa usual de dolor crónico en adultos activos.
El paciente suele experimentar dolor al levantar el brazo por encima de la cabeza y debilidad muscular. El tratamiento incluye fisioterapia, medicamentos antiinflamatorios y, en ocasiones, procedimientos mínimamente invasivos.
Desgarros de tendones
Los desgarros de tendones pueden ser parciales o completos y suelen ocurrir por traumatismos agudos o por degeneración progresiva. El manguito rotador es la estructura más propensa a sufrir este tipo de lesión.
Los síntomas incluyen dolor intenso, pérdida de fuerza y dificultad para realizar movimientos simples. El tratamiento varía según la gravedad, desde fisioterapia hasta cirugía para reparar el tendón afectado.
Osteoartritis
La osteoartritis es una enfermedad degenerativa caracterizada por el desgaste del cartílago articular. Afecta principalmente a personas mayores, aunque también puede presentarse tras lesiones repetidas.
El dolor de hombro asociado a la osteoartritis suele empeorar con el movimiento y mejorar con el reposo. El manejo incluye medicamentos, fisioterapia y, en casos avanzados, cirugía de reemplazo articular.
Fractura
Las fracturas del hombro suelen ocurrir por caídas o traumatismos directos, afectando principalmente a la clavícula, el húmero proximal o la escápula. El dolor es agudo e incapacitante, acompañado de hinchazón y deformidad visible. El tratamiento depende del tipo de fractura, variando desde la inmovilización hasta la intervención quirúrgica.
Capsulitis adhesiva
La capsulitis adhesiva, conocida como “hombro congelado”, se caracteriza por rigidez progresiva y dolor articular. Suele presentarse después de periodos de inmovilización o tras una cirugía.
El tratamiento incluye fisioterapia intensiva, medicamentos antiinflamatorios y, en casos persistentes, manipulación bajo anestesia para recuperar la movilidad.
Tratamiento del hombro con robots
La tecnología robótica ha revolucionado el tratamiento del dolor de hombro, permitiendo procedimientos quirúrgicos más precisos y menos invasivos. Los robots asisten en la planificación y ejecución de las cirugías, mejorando los resultados y acortando el tiempo de recuperación.
Además, la rehabilitación asistida por robots facilita la recuperación funcional, guiando al paciente en ejercicios personalizados y seguros. Esta innovación es especialmente beneficiosa en casos de desgarros tendinosos y osteoartritis avanzada.
Consejos para el dolor de hombro
Para aliviar el dolor de hombro y prevenir complicaciones, es fundamental adoptar hábitos saludables. Mantener una buena postura, evitar sobrecargas y realizar ejercicios de fortalecimiento son claves para proteger la articulación.
Asimismo, aplicar frío en las primeras 48 horas tras una lesión y calor en fases posteriores ayuda a reducir la inflamación y mejorar la circulación. En caso de dolor persistente, consultar a un especialista es la mejor opción para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
